Default (Choi Kook-hee, 2018)
Por Mg. Karina Meneghetti y Lic. Pablo Longa, miembros del Observatorio de Economía Política Internacional
Introducción
Desde 1965 a 1990 muchas investigaciones económicas se centraron en el “Milagro Asiático” que abarcaba ocho países: Japón, los cuatro tigres (Hong Kong, Corea del Sur, Singapur, y Taiwán) y los tres países industrializados nuevos (NICs) (Tailandia, Indonesia y Malasia). Durante este período, las economías de estos países crecieron tres veces más rápido que las latinoamericanas (5.4% versus 1.8% por año) y 25 veces más rápido que las de África Sub-Sahariana (5.4% versus 0.2% por año). Este crecimiento fue acompañado por significativas reducciones en la pobreza y en la desigualdad del ingreso, así como sustanciales incrementos en la esperanza de vida (Mansferrer, 2005).
Luego de décadas de crecimiento sostenido, Corea del Sur logró desarrollar su economía y posicionarla entre las más dinámicas y pujantes del mundo. Sin embargo, en julio de 1997 se desató una inesperada crisis financiera que azotó a varios países asiáticos y fue definida como la primera gran crisis de la globalización. Si bien en un principio se pensaba que Corea podría eludirla, antes de fin de año debió devaluar su moneda y acudir al Fondo Monetario Internacional.
Default (“Gukgabudo-ui Nal” en su idioma original) es una película surcoreana de 2018, dirigida por Choi Gook-hee. La misma nos presenta esta crisis económica, uno de los momentos más dramáticos de la historia moderna coreana, mediante tres historias que confluyen en paralelo, en representación de las millones de vivencias de las personas afectadas por ella.
Durante el transcurso de la película nos van a acompañar la Sta.Han Shi-hyeon, una analista del Banco de Corea que intenta prevenir el desastre asesorando a las altas esferas del gobierno, el Sr. Yun Jeong-hak, un asesor de inversionistas ex empleado del Banco Mercantil de Corea que busca beneficiarse con la crisis y el Sr. Gab-su, un pequeño empresario que busca que su fábrica sobreviva.
El film retrata los días previos al derrumbe, las conspiraciones en el gobierno y la ignorancia en que se mantuvo a la población. También el papel de bancos y financieras, actos de corrupción, así como las controvertidas negociaciones con el FMI.
La economía surcoreana en tiempos previos a la crisis
Hasta los años ´60s la economía surcoreana había tenido un crecimiento errático con una tendencia claramente descendente. El país lidiaba con grandes problemas para controlar la inflación, gestionar el gran flujo de importaciones y conseguir asistencia extranjera. Según algunas investigaciones, el desarrollo coreano comienza en 1961 con el gobierno de Chung Hee Park (Westphal, 1990)
Hay quienes argumentan que el desarrollo industrial de Corea fue impulsado desde el gobierno con el fin de asegurar la capacidad de defensa nacional frente a sus países vecinos conflictivos. (M. Bekerman; P. Sirlin y M. L. Streb, 1995) Lo cierto es que el país contaba, por ese entonces, con una alta densidad poblacional y escasez de recursos naturales. La economía coreana estaba dominada por la minería y la agricultura. El sector manufacturero producía bienes de consumo sencillo. Las exportaciones representaban aproximadamente el 3% del PBI y consistían casi en su totalidad en algas, ginseng y ciertos minerales.
Con el correr de los años y gracias a las avasallantes políticas llevadas adelante por el gobierno, el país logró un crecimiento económico sin precedentes. Hay quienes consideran que este proceso se realizó con “mano de hierro” haciendo hincapié en que fue impulsado por una sucesión de gobiernos dictatoriales (Toussaint, 2020).
También hay que admitir que comenzaron su estrategia de industrialización hacia afuera con un clima económico internacional muy favorable, que promovía la deslocalización de manufacturas muy intensivas en mano de obra y ofrecía escasas restricciones al ingreso en los mercados de los países desarrollados.
En el ámbito macroeconómico, abogaron por un tipo de cambio alto y relativamente estable: lograron controlar a niveles razonables la tasa de inflación y el déficit. A través de políticas selectivas de incentivos lograron alinear la política cambiaria con la comercial. Además obtuvieron altas tasas de ahorro e inversión, de origen tanto público como privado, pero en un principio sólo de fuentes nacionales. Las políticas crediticias formaban parte de estos incentivos y se llevaban adelante por bancos públicos.
Uno de los temas más discutidos en el ámbito económico ha sido la intervención selectiva del gobierno de Corea en cuanto a políticas industriales. El Estado actuaba como “ordenador” del mercado dirigiendo los distintos estímulos hacia el desarrollo de áreas de interés puntualmente definidos.
La clave consistía en definir metas y objetivos estipulados de antemano, exigiendo competitividad a las industrias que promovían pero además estos incentivos eran temporales y cambiaban de beneficiarios cuando se completaban las metas de exportación. Estos beneficios también se otorgaban a las “exportaciones indirectas”, es decir, a las empresas que producían productos intermedios de exportación favoreciendo de este modo la generación de eslabones productivos nacionales.
Los mejores exportadores a nivel nacional obtenían premios y beneficios materiales. También existían sanciones a los incumplidores. Es decir, los objetivos operaban como un medio de persuasión moral y material en el marco social y también provocaron que una mayor cantidad de empresas se involucren en la exportación de productos marginalmente rentables en los que no se hubiesen involucrado de otro modo. (Westphal, 1990).
Los procesos de liberalización comercial fueron graduales, combinando mayor apertura en los sectores más competitivos y una protección selectiva en las industrias incipientes.
El fomento a las industrias nacientes, provocó la creación de grandes empresas a las cuales se les brindaba el beneficio de ser “monopolios temporales” orientando la producción y las exportaciones hacia productos de mayor valor agregado. Estas fueron:
Década de 1960: cemento, fertilizantes y refinería de petróleo.
Década de 1970: acero y petroquímica .
Década de 1980: producción naval, bienes de capital y componentes electrónicos.
Asimismo, las políticas educativas, de investigación y desarrollo se enfocaron en necesidades productivas para generar el encuentro entre oferentes y demandantes.
or otro lado, existió una política deliberada de desarrollo de grandes conglomerados, los CHAEBOL, que generaron una fuerte concentración económica. Estas mega-empresas poseen hasta el día de hoy una fuerte influencia en la vida económica y social surcoreana. También son criticadas debido a que su crecimiento se originó durante los regímenes autoritarios de Park Chung-hee y Chun Doo-hwan, con prácticas contrarias a la ley y faltas de transparencia, detectándose algunos casos de corrupción y sobornos a funcionarios.
En 1997 Corea del Sur se hallaba en medio de un proceso de liberalización económica, iniciado en los años 1980 y acelerado a partir de 1993, que volvió su economía más vulnerable a una crisis financiera externa. El inicio de la película nos muestra algunos hitos de la época en cuanto a su economía, entre los que se destacan el ingreso a la OCDE (Diciembre de 1996) y la reforma financiera (15 de noviembre de 1997). También se menciona una encuesta económica realizada, en donde el 85% de los coreanos se consideraba de clase media mostrando el importante crecimiento económico de los últimos años.
¿Cuáles fueron las causas de la crisis de 1997?
La película muestra un hecho importante: el 5 de noviembre de 1997, desde la sede de Morgan Stanley en Wall Street (en la división Asia Oriental) ordenan retirar las inversiones de este país lo que produce una fuga de capitales.
También observamos cómo la Señorita Han trata de desenmarañar los créditos otorgados al conglomerado Hanbo, descubriendo las debilidades del sistema financiero y la corrupción existente entre los conglomerados y funcionarios del gobierno. Nuestra protagonista señala que el escándalo activó una “bomba de tiempo”.
Actualmente no hay un consenso académico en el diagnóstico de la crisis surcoreana (Mansferrer, 2005). Las causas pueden ser divididas en tres principales categorías según (Corbett y Vines, 1998):
Algunos análisis han insistido en una errada administración como factor principal, no obstante, concediendo que los “fundamentales” fueron más ruidosos que en casos anteriores.
Otras tendencias de pensamiento han culpado a la sobre reacción de mercados financieros externos como los culpables de la crisis asiática.
Finalmente, otros culpan a la combinación de los frágiles mercados domésticos financieros (resultado de una inadecuada desregulación financiera administrada y apertura) y grandes ingresos y salidas de capital volátiles.
Por otro lado, Joseph Stiglitz defiende las políticas industriales y de intervención financiera de los países asiáticos, y atribuye la crisis a una liberalización financiera apresurada llevada a cabo por estos países (Stiglitz, 1998).
A su vez, Martin Feldstein afirma que la crisis fue principalmente de la balanza de pagos y se originó en la combinación de altos déficits en cuenta corriente con tipos de cambio fijos o semifijos. Para este autor, la crisis se produjo cuando los inversionistas, tanto de origen local como extranjero, tuvieron el convencimiento que estos países iban a ser incapaces de pagar su deuda externa (Feldstein, 1998).
Paul Krugman, atribuye la crisis a un sistema de incentivos que llevó a la sobre inversión en proyectos de alto riesgo lo cual fue facilitado por un sistema financiero que estaba plagado de problemas de riesgo moral resultante de un sistema implícito o explícito de rescate de la banca por el sector público.
“… El problema comenzó con los intermediarios financieros, instituciones cuyos pasivos se percibían como con una garantía gubernamental implícita, pero que esencialmente no estaban regulados y, por lo tanto, estaban sujetos a graves problemas de riesgo moral. Los préstamos excesivamente arriesgados de estas instituciones crearon inflación, no de los bienes sino de los precios de los activos. La sobrevaloración de los activos se sustentaba en parte en una especie de proceso circular, en el que la proliferación de préstamos riesgosos elevó los precios de los activos riesgosos, haciendo que la situación financiera de los intermediarios pareciera más sólida de lo que era.
Y luego la burbuja estalló. El mecanismo de la crisis, sugiero, implicó el mismo proceso circular a la inversa: la caída de los precios de los activos hizo visible la insolvencia de los intermediarios, obligándolos a cesar sus operaciones, lo que provocó una mayor deflación de los activos. Esta circularidad, a su vez, puede explicar tanto la notable gravedad de la crisis como la aparente vulnerabilidad de las economías asiáticas a la crisis autocumplida, lo que a su vez nos ayuda a comprender el fenómeno del contagio entre economías con pocos vínculos económicos visibles….”
(Krugman, 1998)
Siguiendo el punto de vista de Krugman, en la película Yun Jeong-hak explica a sus futuros clientes la fragilidad del sistema financiero.
También Gab-su es víctima de los préstamos otorgados por los bancos mercantiles sin respaldo, lo que provoca una avalancha de deudas en su empresa. Desesperado, su socio, decide quitarse la vida ya que la familia de su esposa era garante del préstamo y se encuentra imposibilitado de cubrir sus deudas.
En este contexto, Gab-su vende su casa para pagar las deudas, lo que lo lleva a descubrir cuánto cayeron los valores inmobiliarios: uno de los factores enunciados también por Krugman.
Corrupción
En la película, la señorita Jeong-Han comienza a hacer investigaciones sobre las finanzas y los créditos recibidos por el mayor productor de acero de Corea del Sur: el conglomerado Hanbo Steel. Y tras varias discusiones con directivos llega a la conclusión de que la corrupción en este caso fue uno de los principales desencadenantes de la crisis. “Por esos miles de millones que obtuvieron haciendo lobbies con los políticos … se activó una bomba de tiempo”.
Hanbo Steel recibió un trato preferencial ilegal del gobierno del presidente coreano, Kim Young-Sam, principalmente a través de préstamos emitidos por bancos bajo la presión de políticos y banqueros de alto rango sobornados. Las pérdidas por corrupción y sobornos se estiman en 6.000 millones de dólares. Tras un juicio, Chung Tae Soo, el fundador de la empresa fue condenado a 15 años de cárcel. Su hijo, Chung Bo Keun, fue encarcelado durante tres años. Otras ocho figuras prominentes, incluido el exministro del Interior Kim Woo Suk, varios asesores presidenciales y miembros del parlamento, y dos ex presidentes del Korea First Bank también recibieron sentencias. El hijo del presidente, Kim Hyun-chul, fue arrestado en una investigación relacionada y sentenciado a tres años.
Luego de este escándalo conocido como “Hanbogate” y tras la pérdida de confianza en el sistema financiero, una cadena de insolvencias de conglomerados corporativos (entre los que se encontraron Kia Motors y Daewoo) y la acumulación rápida de los malos préstamos de las instituciones financieras, provocaron un contagio sistémico dentro del sistema financiero coreano. Así es que el efecto dominó del colapso de las grandes empresas surcoreanas hizo subir las tasas de interés y ahuyentó a los inversores internacionales.
Existen varios estudios que confluyen en la conclusión que el comportamiento de los “chaebols” es la causa más importante de la crisis. De hecho, estaban altamente dependientes de los créditos bancarios y por el lado de los bancos coreanos, había una carencia de gerenciamiento en gestión de riesgos.
Aparición del FMI en escena
En una escena de la película, varios funcionarios del gobierno debaten si deben afrontar la inminente crisis de forma pública (es decir, dando aviso a todos los ciudadanos) o a puertas cerradas. Finalmente, y a pesar de los esfuerzos de la protagonista, deciden mantener el asunto en secreto, con el argumento de que anunciar una posible crisis generaría miedo y complicaría aún más la situación. Durante los siguientes minutos, se hace énfasis en la existencia de un grupo privilegiado que maneja información de la cual carece el resto de la población. Aquí sobrevuela la idea de una diferenciación clara entre el ciudadano de a pie y los grandes decisores de las cuestiones macroeconómicas, siendo los primeros representados generalmente como “víctimas” de los segundos. Otro ejemplo, en este mismo sentido, podemos observar en “La odisea de los giles” (Sebastián Borensztein, 2019), una muy buena película argentina que aborda las consecuencias de la crisis del 2001 con toques de tragedia y humor. Si bien esta concepción (gente inocente vs decisores perversos) puede ser simplista y un tanto demagógica, no deja de contener verdades, ya que en contextos de crisis, quienes cuenten con buena información podrán prevenir daños e, incluso, obtener grandes ganancias.
Default nos muestra una prensa funcional al gobierno: las duras declaraciones que realiza Jeong-Han ante varios periodistas, sobre el estado de la economía y las negociaciones con el FMI, no salen publicadas al día siguiente en los diarios.
Finalmente, tras varias idas y vueltas se decide negociar con el FMI, hecho al cual la protagonista se opuso enérgicamente en varias oportunidades, sin lograr su objetivo.
Vemos que, en la primera reunión con el FMI, éste pide un pre-acuerdo con la firma de los tres posibles candidatos a presidente que especifique que éste no se va a enmendar o anular.
En la segunda reunión, se manifiesta que hay además una pre-condición y seis condiciones al acuerdo del préstamo. La pre-condición es que los 11 bancos mercantiles del país suspendan las operaciones y se los declare en quiebra.
Las seis condiciones que se mencionan en la película son las siguientes:
Subir la tasa de interés del 12, 5% al 30 %.
Apertura de mercados de capitales. Elevar la inversión extranjera directa del 7% al 50%. Deben modificarse las leyes para que capital extranjero pueda adquirir instituciones financieras.
Provisión de información y seguimiento del programa.
Reestructuración del sector financiero.
Gerencia y estructura coorporativas.
Incrementar la flexibilidad del mercado laboral.
La señorita Kim Hye-Soo expone que el cierre de los bancos mercantiles perjudicará a la clase obrera y a las empresas más pequeñas. También afirma que subir la tasa de interés deja a estas empresas fuera del juego y abrir el mercado facilitará el acceso a inversores extranjeros y les permitirá apropiarse de empresas coreanas quebradas a través de adquisiciones hostiles.
Vemos en la película que, junto con la comitiva del FMI, viajó el Secretario de Estado de Estados Unidos, quien se reunió con los candidatos presidenciales. La señorita Jeong-Han realiza una pregunta sobre la cual no recibe respuesta: “¿Me equivoco al decir que Estados Unidos busca cumplir con sus propios intereses en esta negociación?”
Finalmente, Corea del Sur obtuvo un préstamo de US$58.000 millones del Fondo Monetario Internacional (FMI) y debió aceptar las duras condiciones que el préstamo trajo consigo. Tanto así que la llamaron la ‘Crisis del FMI’, como si la hubiera ocasionado el FMI.
¿Qué pasó después?
Hubo dos aspectos acerca de la manera en que este país enfrentó la crisis: uno fue la rapidez con que reconstruyeron su economía y el segundo fue el consenso social ya que los surcoreanos contribuyeron de buena gana a lograrlo.
Un hecho inédito se realizó en la sociedad: convocados por las principales cadenas de TV, millones de hogares se convirtieron en centros de acopio de oro a lo largo de la ciudad.
Otras campañas estimularon a la población a comprar productos locales y a donar sus ahorros en moneda extranjera al gobierno.
Lo cierto es que al cabo de tres años pudieron salir airosos de la crisis –más rápido que cualquier otro país– y pagaron el préstamo al FMI.
Reflexiones finales
Sin lugar a dudas, el carácter progresivo de las reformas financieras coreanas contribuyeron al fortalecimiento del desempeño de la economía real. Sin embargo, la transición desde el modelo de crecimiento basado en el alto endeudamiento empresarial con garantía pública implícita, que le permitió desarrollarse rápidamente desde la década de 1960 hacia una economía de libre-mercado comercial y financieramente más abierta, creó un cuadro de vulnerabilidad financiera.
La banca coreana, principal intermediaria de los flujos de capitales que entraron al país, y muy expuesta a los chaebol, contribuyó a la aceleración de la crisis. El deterioro de las ventas internacionales de conglomerados altamente endeudados y las quiebras empresariales de la primera mitad del año, antecedieron la estampida de los flujos de capitales y la crisis de balanza de pagos de octubre de 1997. Ambos eventos materializaron los riesgos a los cuales el sistema bancario se hallaba expuesto.
Los bancos mercantiles también contribuyeron a la crisis financiera al participar como intermediarios sin garantías explícitas por parte del sistema financiero nacional. Las burbujas en los activos generadas por la inversión especulativa contribuyeron al traslado de la crisis desde el sistema financiero al real.
Así, una lección importante de la crisis del sudeste asiático es que los flujos de capitales internacionales pueden plantear amenazas graves a la estabilidad económica y, por ende, es necesario contar con regulaciones y límites a los flujos de capital de corto plazo.
Quien pudo anticiparse a la crisis e invertir en el sistema financiero primero y luego en el sistema inmobiliario cuando los valores tocaron un piso muy bajo fue el gran ganador de la crisis. Tal como hizo en la película Yun Jeong-Hak, quien realizó la siguiente declaración: “Mi vida, mi posición, mi status están a punto de cambiar para siempre”. Y así fue.
La película logra mostrar de una manera muy real todos estos temas con un punto de vista muy crítico sin perder la trama que logra atrapar hasta el final, mostrando cómo las decisiones económicas y financieras del gobierno afectan a los ciudadanos.
El final abierto de la película nos invita a realizarnos algunos interrogantes para una investigación futura. ¿Aprendió Corea del Sur las lecciones del default de 1997? ¿Se establecieron regulaciones del sistema financiero? ¿Se pudo terminar con los hechos de corrupción entre los gerentes de los chaebols y los funcionarios del gobierno? El crecimiento económico que continuó hasta la actualidad ¿tuvo un derrame hacia toda la sociedad o se incrementó la inequidad distributiva?
Referencias
El chaebol (negocio de familia) es un modelo empresarial basado en grandes conglomerados con presencia en distintos sectores económicos, que se ha desarrollado en Corea del Sur. El modelo surgió después de la independencia de Corea del Sur, cuando su gobierno otorgó a distintas empresas nacionales un fuerte apoyo político y financiero para que lideraran el despegue económico del país, mediante la inversión en distintos campos como industria, siderurgia, tecnología y construcción entre otros. Algunos ejemplos de chaebol son Samsung, Hyundai y LG.
Ejemplo de ello, es que algunos gerentes procedentes de estas empresas, como Lee Myung-bak, han llegado a la presidencia de la República de Corea.
INB per cápita basado en la paridad del poder adquisitivo (PPA). El INB PPA es el ingreso nacional bruto (INB) convertido a dólares internacionales utilizando tasas de paridad del poder adquisitivo. Un dólar internacional tiene el mismo poder adquisitivo sobre el INB que un dólar estadounidense en los Estados Unidos. El INB es la suma del valor agregado por todos los productores residentes más los impuestos sobre los productos (menos las subvenciones) no incluidos en la valoración de la producción más los ingresos netos de ingresos primarios (compensación de los empleados y rentas de la propiedad) del exterior. Los datos están en dólares internacionales constantes de 2011.
Bibliografía
Espínola, Z. (2009). Gerenciando una crisis financiera. Lecciones de Corea. Corea: Universidad Kyung Hee.
Feldstein, M. (1998). "Refocusing the IMF". New York. USA:: Foreign Affairs.
Krugman, P. (1998). "What happened to Asia?". USA: Mimeo.
M. Bekerman; P. Sirlin y M. L. Streb. (1995). Política económica en experiencias exitosas de Asia: Los casos exitosos de Corea del Sur, Taiwan, Malasia y Taylandia. CABA. Argentina.: Centro de Estudios de la Estructura Económica (CENES).
Mansferrer. (2005). Predictivilidad Financiera de la Crisis Asiática: ADRs, índices accionarios y Riesgo País. . Chile: Universidad Católica de Chile. Disponible en: http://repositorio.uchile.cl/bitstream/handle/2250/1.
Stiglitz. (1998). "Sound finance and sustainable development in Asia". USA: Mimeo.
Toussaint, E. (2020). Corea del sur y el milagro desenmascarado. Disponible en: https://www.cadtm.org/Corea-del-Sur-y-el-milagro-desenmascarado.
Westphal, L. (1990). La política industrial en una economía impulsada por las exportaciones. Lecciones de la experiencia de Corea del Sur. Pensilvania. USA.: The Journal of Economic Perspectives. Vol 4. N°3.